Se busca mujeres rusas para matrimonio.
Hay una cosa que no se puede negar, la
mujer rusa se encuentra entre las más bellas del mundo. Pero, como dice el dicho, la belleza está en los ojos que la contemplan. O mejor dicho, lo que puede ser hermoso para unos, no lo es tanto para otros.
Si tuvieran que dar una respuesta, ya que mujeres hermosas hay en todos lados, tal vez la sorpresa sería en ciertas características que hacen de la mujer rusa un modelo de esposa muy solicitado. O buscado.
No es fácil para una mujer, ni para un hombre, salir de su país, de sus tradiciones y abandonar sus paisajes, sus comidas y su familia, para formar un hogar a miles de kilómetros de distancia. Sin embargo, se adaptan fácilmente.
Por lo menos exteriormente, asumen su papel con asombrosa facilidad, tal vez por lo cosmopolita de la sociedad rusa, y por la herencia de la cultura francesa. ¿Que es entonces lo que las distingue? En primer lugar, se podría especular que es su femineidad. Pero mujeres femeninas hay en otros lados. Analizando este rasgo un poco más en profundidad, las opiniones de los hombres y de los sociólogos, hay una cosa que es distintiva de la mujer rusa: su prioridad es casarse. No compite con el hombre en el trabajo, ni le interesa tener un cargo de más jerarquía o un empleo mejor remunerado. No se va a vestir de traje y corbata, para ir a trabajar. Y no va a dejar de arreglarse, perfumarse y peinarse con esmero, para iniciar una loca competencia con los hombres a ver quien es más capaz en el trabajo. Esto es un punto que parece insignificante, pero no lo es. La mujer occidental, en especial la norteamericana, parece confundir la seriedad, y la responsabilidad con el desaliño personal. Algo así como probar una y otra vez, que no tiene tiempo para "frivolidades" porque es seria. Esta transformación artificiosa aparente, de mujer femenina, en una especie de ser neutro, tal vez se deba a otras razones, al temor de que no la tomen en serio, o a un sentido equivocado de ver su propia imagen. Es como si quisiera probar una y otra vez que es responsable, y capaz de hacer lo mismo que los hombres, y que la única manera de probarlo es ocultar su femineidad lo más posible. Todo lo contrario de la mujer rusa.